Acerca de la fundación de ciudades


Fuente: Elaboración Propia

El proceso de descubrimiento, conquista, colonización y fundación de las ciudades, obedeció a una política centralizada emanada de la monarquía.

Entre los Siglos XVI y XVII se produjo en América Latina la mayor cantidad de ciudades fundadas con un trazado regular. Sólo España fundó ciudades con calles rectas sin jerarquización, creando una forma urbana reticular como Plano de Damero, con una plaza principal en su centro y alrededor de ésta los edificios de las instituciones más importantes para la época, como la iglesia o ayuntamientos.

El fin primordial de la colonización fue la explotación de recursos humanos y naturales del espacio.

Una vez descubierto el nuevo territorio era necesario poblarlo para así, explotar las riquezas y recursos existentes, y para esto la Corona resolvió la fundación de ciudades.

El proceso de fundación de ciudades fue continuo luego de los cuatro siglos posteriores al Descubrimiento de América.

La designación de los lugares que serían fundados debían cumplir una serie de requisitos o parámetros, para que la ciudad pudiera crecer y desarrollarse sin problema alguno. Puesto, que los primeros colonizadores llegaban vía marítima, las ciudades eran instaladas en áreas con fácil acceso para las embarcaciones, aunque las islas cumplían con éste requisito no se asentaron acá, ya que se las riquezas en estos lugares era mínima, sumado a la presencia de indígenas con un nivel de civilización primitivo, decidieron saltar hacia los continentes, conociendo posteriormente que las áreas que presentaban mayor cantidad de riquezas se encontraban hacia el interior de los continentes, en la franja andina, donde se encontraba el Imperio Inca y su capital, Cuzco. Por lo tanto, los motivos fundamentales en la fundación de ciudades eran los motivos comerciales y de control de rutas marítimas, que interesa fortalecer, económicas y agrícolas con el principio de que las ciudades eran el punto inicial para explotar el territorio y cultivarlo, militares o de defensa, se crearon presidios que con el tiempo van a convertir su alrededor en verdaderas ciudades, un ejemplo de ciudad fortificada fue Montevideo (Uruguay) y Trujillo (Perú).(Gutiérrez, R.: Arquitectura y Urbanismo en Iberoamérica, Madrid, Cátedra, 1984).

Así, puede decirse que las expansiones europeas en tierras americanas tuvieron formas de asentamientos propias de una tierra de frontera. Además, de motivos evangelizadores.

La organización urbana tenía la función de centro de servicios para la principal actividad económica, la agropecuaria, aunque la sociedad, la política y la economía fueron desarrolladas en la ciudad desde su fundación.

Se puede concluir que a través de la historia la ciudad es el reflejo de la cultura del hombre, la ciudad sea planificada o no, siempre va a desarrollarse de acuerdo a la situación del momento histórico determinado, ya sea, política, económica y social, además de los valores éticos y morales presentes en la naturaleza humana y que son consecuencia de la experiencia de los hechos que han vivido.

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